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Decálogo de la Resistencia Cultural - Adriano Corrales Arias

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      En otras palabras, debemos oponer a la globalización homogeneizante el amor, la amistad, los sueños y la poesía desde nuestras propias posibilidades creadoras y comunales, no solo en la producción, sino también en la difusión y en la circulación de los bienes culturales. Para "desmercantilizar" el arte y la literatura no basta con buenas intenciones o manifiestos, debemos entablar el diálogo con otros creadores y abrir las fronteras de la creatividad para potenciar producciones compartidas o distribuir de otra manera las nuestras. Ir al encuentro con los otros. Construir y desarrollar redes alternativas de intercambio y producción de nuevas formas y experiencias artísticas. "Controlar la vida privada de las personas, diseñar sus sueños y condicionar sus utopías, sería el triunfo más logrado de los ideólogos de la globalización",  según el historiador Rodrigo Quesada Monge. Eso quiere decir que la amistad, la solidaridad, la memoria colectiva e

Gaceta Oficial Fundación Misión y su Reglamento Interno

REGLAMENTO INTERNO DE LA FUNDACIÓN MISI Ó N CULTURA Caracas, Junio de 2006 La Instituci ó n se denomina "Fundaci ó n Misión Cultura", con personalidad jur í dica y patrimonio propio, cuya creaci ó n y establecimiento es auspicio del Estado Venezolano de conformidad con el Decreto N ° 4.396 d é fecha 27 de marzo de 2006, publicado en Gaceta Oficial de la Rep ú blica Bolivariana de Venezuela N ° 38.406 de fecha 27 de marzo de 2006, quedando la misma bajo el control estatutario del Ministerio de la Cultura. TITULO I DISPOSICIONES GENERALES Art í culo 1. El presente Reglamento Interno regular á la organizaci ó n administrativa de la Fundaci ó n Misi ó n Cultura y determinar á la distribución de las dependencias que Integran la estructura organizativa hasta el nivel de coordinaci ó n. Artículo 2. Corresponde a la Fundaci ó n Misi ó n Cultura, según publicaci ó n de la Gaceta Oficial de la Rep ú blica Bolivariana de Venezuela Nº 38.433 de fecha 10 de mayo de 2006

Tres Síndromes de la Clase trabajadora, para Infortunio de los Pobres

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El Síndrome de Doña Florinda - Cuando Roberto Gómez Bolaños (Chespirito) en 1973 creó la serie de humor “El Chavo del Ocho”, no imaginó que uno de sus personajes, “Doña Florinda”, iba a ser uno de los tres síndromes que marcan a fuego (sí, como se marca el ganado) a la clase trabajadora en América Latina y, por qué no, en el mundo entero. Los “doña Florinda” o “don Florindo” son las personas que odian y desprecian a sus iguales, a sus vecinos, a la gente de su misma clase social. Los doña Florinda se creen de la “clase media” pero son dueños de nada, aunque vivan en barrios de clase media. Si no tienen la escritura de la propiedad a su nombre y libre de toda deuda e hipoteca… son simples inquilinos. En la vecindad del Chavo todos son dueños de nada y mes a mes debían pagar el derecho a un techo a un obeso señor llamado Señor Barriga. Doña Florinda es pobre como los demás. Recibe una pensión que le dejó don Federico (el papá de Quico) un marino mercante que se perdió e

“Venezuela merece un lugar muy particular en nuestro corazón”

    Fueron las primeras palabras del líder sudafricano Nelson Mandela a su llegada a Venezuela, 22 de julio 1991. Tuve la suerte de verlo en el Panteón Nacional, experiencia inolvidable. Es una de esas personas extraordinarias que han pasado por este mundo dejando huellas profundas. Sin duda alguna sus enseñanzas y verdades son ejemplos para la humanidad, más aún su grandeza infinita de haber encontrado el camino de la reconciliación nacional en un país dividido por el odio en términos absolutos, sin caer en la venganza, con un régimen racista conocido como “apartheid”, además de haber padecido 27 años de prisión, porque se opuso a la segregación racial. “En 1948 el Partido Nacional de Sudáfrica (PN) ganó unas elecciones en las que solo podían votar los blancos e instaló un sistema de segregación racial represivo contra los negros. En 1952 Nelson Mandela organizó una campaña de desobediencia civil sin violencia que le valió su primera condena.”(1)     La idea de este trabajo